Senda "Las cinco villas"

Cuando era pequeño uno de los lugares que solía frecuentar con mi familia eran los alrededores del Puerto del Pico, en la Sierra de Gredos. Por aquella zona hay variedad de lugares interesantes que visitar.

Conocí las "Cuevas del Águila", en la falda sur, o la "Plataforma de Gredos", en la ladera norte. Ya los romanos hace 2000 años usaron estas bellas tierras como paso entre ambas mesetas dejándolo patente con la impresionante calzada romana que desciende desde el collado hasta la localidad de Cuevas del Valle, mantiendose en perfecto estado a día de hoy.

Este paraje esta muy bien vertebrado por la N-502 que une Talavera con Ávila, la cual atraviesa dos de las cinco villas que habitan en este barranco.

A las 8:30 de la mañana salíamos de Torrijos hacia Cuevas del Valle, donde iniciaríamos esta corta, pero bonita, ruta circular. Una hora más tarde estábamos dando pedaladas en sentido horario hacia Villarejo del Valle por un camino muy bien señalizado con balizas amarillas-blancas de sendero de pequeño recorrido oficial de la federación de montañismo.

[Pinchando aquí puedes ver la ruta]

Este pequeño tramo comienza con una bajada y una leve subida para faldear llaneando todo el camino pudiendo divisar a la derecha de nuestro sentido, hacia el sur, unas espectaculares vistas del valle y algunos de sus pueblos. Mientras, con la vista más cercana podemos observar algunos huertos y cepas en pequeños terrenos aledaños. Tranquilos estos primeros kilómetros.

El nuevo sector entre Villarejo del Valle y San Esteban del Valle debe salvar las gargantas de Tablada y Castaño; es por ello que aquí el camino hace un corto baja y sube en dos ocasiones. Nos plantaremos en el alto de las Doncellas desde el cual realizaremos una última bajada hasta la entrada del pueblo, algo técnica por un camino de piedras de granito. Deberemos tener especial cuidado en épocas de lluvía pues se convertiría en especialmente resbaladizo. Al entrar nos recibe un tercer arroyo denominado Mosquillos.

Tras cruzar el pequeño y tranquilo pueblo, salimos por la carretera comarcal hacia Santa Cruz del Valle, que nos ofrece de nuevo unas espectaculares vistas del valle, esta vez, desde un nuevo punto de vista hacia el norte. Al llegar a la ermita de San Andrés, que queda a nuestra derecha, saldremos oblicuamente  hacia la izquierda por un camino en el que empieza a aparecer una vegeación más alta y densa que agradecemos pues es sol comienza a apretar.

El olor a pino se introduce en el viaje y la senda pasa por auténticos pasillos que alternan piedra y vegetación por la zona de las Lanchuelas. Antes de entrar en el pueblo, tomamos una preciosa pista forestal asfaltada que tristemente abandonamos obligados por las balizas de nuestro recorrido de hoy. No obstante el cambio de trazado no es a peor e iniciamos un corto descenso por un suelo de paja bien definido hasta Santa Cruz del Valle.

Salimos del tercer pueblo por un camino paralelo a una carretera comarcal, donde durnate un breve tramo la senda nos hace coincidir con ella. El trazado de nuevo nos saca de la carretera, por una salida escondida entre los guardarriles; para iniciar el descenso más pronunciado, técnico y divertido de toda la mañana hasta el rio Prado, punto más bajo de toda la ruta.

Tras cruzar el puente sobre el rio, rodamos sobre la Cañada Real Leonesa que asciende hacia el collado del Pico, unos metros de desnivel más arriba. Pero nosotros nos desviaremos hacia un camino hormigonado que sale a la izquierda que, con una gran pendiente, nos deja en Mombeltrán. Allí visitamos su espectacular castillo de los Duques de Alburquerque. Antes hemos debido parar en la plaza para arreglar un pinchazo en la rueda delantera de Tomás... Era un aperitivo de la avería mecánica que me sucedería kilómetros más arriba.

Callejeamos siempre entre empinadas calles  por la localidad y nos presentamos en la durísima salida de Mombeltrán. Como diría el compañero bloguero Zinatztli: "el hormigón no engaña". Apenas un kilómetro de camino hormigonado con una media del 14% de desnivel y puntas del 20% que nos obliga a pegar el pecho en el manillar para que no se nos levante la bicicleta. Pronto se suaviza en dureza de cotas pero se complica en técnica, aun en ascenso.

El camino se sale del hormigón para tomar un sendero muy estrecho con maleza, llanos y cortas ondulaciones que nos hacen poner el pie en el suelo en un par de ocaciones. Aquí la ruta se sale de las vistas del valle que hemos seguido durante todo el recorrido para pasar a una nueva vertiente que tristemente fue aniquilada por el famoso incendio forestal de Arenas de San Pedro en el verano del 2009, por tanto es evidente que aquí no tocaba disfrutar, y asi pasó.

[Vídeo del área afectada]

Primeramente las vistas hacia un paisaje calcinado, nos hizo pensar sobre lo devastador que puede resultar el ser humano con su madre Naturaleza. Cada vez nos acercábamos más al desastre natural hasta que nos topamos con ello. Árboles calcinados cortando literalmente el camino, que nos obligaba a pasar las bicis haciendo una cadena entre los tres compañeros. Una auténtica desgracia.

Después, debido a la maleza, me toco pinchar a mi y cuado ya iniciabamos el descenso hacia el rio del Herradero con su precioso puente de madera... Crack, uno de los muchisimos palos de ramas, troncos calcinados o maleza que habia en el suelo se atraviesa entre la patilla del cambio trasero, la cadena y los piñones... Retiramos el palo como podemos y al iniciar la marcha el cambio ha sufrido un gran golpe y rueda con holgura. Daba la sensación de que el bosque estaba buscando justicia con la humanidad ante aquel atentado perpetrado hace dos años atrás.

Así con mala gana atravesamos el bonito paraje del río, apenas sin disfrutarlo. Al salir de aquí el camino asciende de nuevo por un tramo adecentado pero la ruta saca de este tramo el camino hacia un sendero con pendiente que me obliga a cambiar para subir piñones... Crack de nuevo. Salida de cadena y es imposible sacarla entre el buje y los piñones... tras un buen rato intentando solucionarlo decidimos que Javi y Tomás completen los apenas 2 kilómetros que quedan de ruta por la senda mientras que yo sin poder girar la rueda trasera, cargo con ella hasta la salida a la carretera por el camino adecentado.

Al llegar a la carretera llamo por teléfono; acaban de montar las bicis en el coche. Bajan a por mi y metemos la mia mientras me comentan que ese mismo sendero salia de nuevo al camino adecentado por el que yo había llegado hasta la carretera, justo a la entrada del primer y último pueblo, Cuevas del Valle, y que el tramo estaba tremendamente horroroso debido a la tala de árboles quemados y lo descuidado de esta parte del sendero, donde habían vuelto a tener un nuevo percance.

Como conlusión; un bonito sendero por el que actualmente debemos evitar el tránsito por el camino oficial entre Mombeltrán y Cuevas, al menos hasta que los trabajos de recuperación forestal estén concluidos.