Aquí describiré el par de pequeñas, breves y conocidas internadas realizadas a pie en dos de los tres macizos que componen los voluptuosos Picos de Europa. Repito que no disponíamos de mucho tiempo para todo lo que queríamos abarcar, por tanto era imposible dedicar una jornada exclusivamente para patear rincones. Aunque, eso sí, no podía volverme, sin almenos, pisar algo con mis botas de montaña.
Lagos de Covadonga
-En el macizo del Cornión, el más al oeste de los tres, se encuentra el Santuario de Covadonga con sus archiconocidos Lagos Enol y Ercina.
Y tras bajar de nuevo a Bulnes comenzamos el descenso por la única vía de comunicación de este lugar hasta hace menos de una decada, el canal del Tejo. Espectaculares vistas de un valle que se va encajonando y desciende una cota de unos 500m de diferencia.
No tiene pérdida, son unos 4 km que tardamos en realizar en una hora. Un camino con mucho encanto, menos frecuentado que la archiconocida ruta del Cares, pero con la misma magia que continen todos los rincones de estas montañas.
Cabras montesas salen al paso en el inicio del descenso. El valle aún es amplio en sus primeros pasos.
Poco a poco y casi sin darnos cuenta, la senda se estrecha y comienza a descender, zigzagueando en algunos casos. El río, que al principio iba paralelo en altura a nuestro camino, de repente lo podemos observar a bastantes metros por debajo de nuestros pies. Diferencia que debemos recuperar descendiendo bruscamente hasta ponernos de nuevo a su altura, ya en una zona de umbría. La cual, abandonamos tras cruzar el puente de la Jaya, lugar donde muere el Tejo en manos del Cares.
Espectacular vía que aconsejo realizar con el único inconveniente del desnivel que se debe afrontar y que no se debe realizar en sentido opuesto si no se esta en buena forma física.
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