martes, 21 de septiembre de 2010

Cadalso: Peña Cenicientos y viñas de Cadalso.

Ruta en GPS:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1188550

A nadie le gusta olvidar sus raíces. Debe ser algo innato en el ser humano la defensa acérrima de sus orígenes y familiares, por muy recónditos u olvidados que sean o estén.

Para mí, ocurre este caso en Cadalso de los Vidrios, localidad natal de mi abuela materna. Siempre la visité en época estival cuando mi abuela volvía para ver a sus familiares y amigos de su juventud. Este viaje suponía pasar unos días en familia en un lugar donde el calor era más comedido y se conseguía descansar, debido a la tranquilidad y ambiente de la localidad. Con el paso de los años, las visitas se alargaban en el tiempo y se acortaban en la estancia hasta perder cierto contacto con aquellos lares.

Pero, todo es recuperable, la gente e intereses cambian según la vida. Y mi ocio a la bicicleta me abrió los ojos de aquella casa donde se jugaba a las cartas y se veían series de televisión y juegos de mesa con primos, hermanos, padres y tíos. Todo ello ya no motivaba, pero sí la presencia de una naturaleza y unos valores faunísticos y de flora muy ricos y variados, una geografía que podían atraer de nuevo la motivación a mi persona. Con ello decidí volver con la bici a la espalda y preparar una ruta por las zonas que rodean el término municipal de Cadalso, a tiro de piedra entre las provincias toledana, madrileña y abulense. Me dejaron boquiabierto.

Llegué a Cadalso a las 8 de la mañana, mi madre y abuela no sabian de mi presencia allí. Más tarde les daría la inesperada sorpresa.

Salí hacia el sur por la M-542 con un firme en muy mal estado, al poco me desvié a la derecha para tomar el Camino del Lanchar, un camino que me conduciría hasta Cenicientos evitando la carretera. Primero con pequeñas ondulaciones pero con un descenso de cotas que me llevó hasta el cruce con el Arroyo de Escalonilla. Seco en esta época veraniega. A partir de aquí el camino pica para arriba y empieza a empeorar... cantos y piedras sueltas, que junto al desnivel que cada vez se hacía mas impertinente obligaron a pisar tierra en un tramo de 300m de "empujing" hasta llegar a la carretera M-541 que une Cadalso con Cenicientos.

A la entrada de esta localidad sale la pista forestal bien indicada para senderistas y cicloturistas que permiten unas envidiables panorámicas de Cenicientos y sus alrededores. Poco a poco esta pista se adentra a la montaña con varias curvas de herradura que aumentan el porcentaje de desnivel El cual, si no se está lo suficientemente preparado, obligará a más de uno a pisar la pista. Tras este serpenteo, y ya adentrado en el pinar, la pendiente se suaviza. Habremos pasado a la cara norte de la cima por un ligero collado.

La última parte hasta el puesto de vigilancia y el vértice geodésico es inciclable por la pendiente (casi un 20%) y la sobreposición de rocas graníticas, pero que merece dejar la bici para hacer estos 300m a pie y divisar las espectaculares vistas en cualquiera de los puntos cardinales a los que dirijas la vista. Estamos a 1252m.

La vuelta será sobre las andadas, pero una vez tomada la bici, no volveremos por el mismo camino. Subiremos antes una pequeña loma que posteriormente bajaremos entre pinares, piñas y ramas secas en una preciosa senda que nos llevará al camino de vuelta, un poco más abajo. Muy recomendable.

Una vez en el camino de bajada, antes de llegar al leve collado, a la izquierda sale un camino muy empinado en descenso, que nos llevará a la alberca que retiene el agua del Arroyo Escalonilla. Continuando hasta el final llegamos a la carretera M-541, que, esta vez sí, utilizaremos para volver a Cadalso.

Entramos a Cadalso por el Palacio de Luna y atravesamos el pueblo de Oeste a Este, para intentar acercarnos a la Peña de Cadalso, pero el ascenso se hace impracticable sobre ruedas. Decidiendo dejar en tareas pendientes el ascenso en la modalidad de senderismo.

Volvemos al pueblo y salimos por la Urbanización El Piquillo hacia un bonito y entretenido sendero que faldea la Peña en sentido Este, casi hasta llegar a la N-403. Este sendero cruza lanchares, bajo un impresionante pinar y muy cerca de las famosas canteras de granito que quedan a nuestra derecha pero que apenas podemos divisar.

Hacemos un giro de 180º para volver hacia el oeste, pero esta vez bajando paralelos al Arroyo del Boquerón por un ancho camino forestal. A mitad de bajada nos desviamos a la derecha en sentido norte en busca de las viñas regadas por el Arroyo Tórtolas. Abandonamos por primera vez la agradecida sombra de los pinares para adentrarnos en pequeñas viñas por unos caminos con mucha menos pendiente y más ondulados.

Cruzaremos la carretera M-542 que une Cadalso con San Martín de Valdeiglesias, no sin antes cruzar un tramo de arena de unos 50m.

Justo antes de cruzar el puente sobre el Arroyo Tórtolas ,a la derecha comienza la Vía Verde sin acondicionar del Alberche que nos llevaría a San Martin, Pelayos y el Embalse de Picadas. Pero si seguimos nuestro camino estaremos transitando por un tramo del GR-10 que también es común al esta Vía Verde. Nosotros los tomaremos en sentido contrario durante algunos kms.

Esta se adentra en una finca con mucho encanto. Una antigua viña abandonada ha sido invadida por pinos silvestres que con el paso de los años han crecido dejando una estampa espectacular de viñas enredadas en los troncos de los ergidos pinos. Una inigualable imagen que resume la convivencia tan cercana de ambas especies. Dentro de una antigua trinchera para el tren que nunca pasó y que ahorah a sido rebautizado con este GR, que en esta zona es poco transitado, añadiendo así un encanto especial.

Retrocederemos sobre este espectacular punto ,que coincide con la parte más al norte de nuestra ruta, para dirigirnos de nuevo al oeste en decenso hasta el Arroyo de los Pinos y salir a caminos asfaltados que nos adentrarán en las inmensas urbanizaciones que pueblan esta zona de descanso: Navapark, Pinar del Valle y Entrepinos, todo ello en un continuo ascenso.

A la espalda de Entrepinos saldremos por un camino con un descenso muy técnico que nos bajará zigzaguenado hasta el valle del Arroyo Tórtolas. Rodaremos acompañando al arroyo hasta cruzarlo por uno de sus puentes y ascender de nuevo una gran pendiente que nos sacará a la M-542, ya a tan solo 2km de Cadalso, pero en continuo ascenso. Este último tramo, puede llegar a ser demasiado pesado si no estamos preparados, debido a los kilómetros que ya hemos ciclado y a la pendiente que nos presenta.

Ya en Cadalso y tras 4 horas de pedaleo, ascensos, descensos, senderos, pistas, pinos, viñas, valles, cimas.... Me presenté en casa de mi abuela. Que no entendia nada al verme allí con esas pintas. Pero una vez duchado y arreglado, la cara le cambió y parece que me reconoció... Comí con ella y mi madre y tras un buen descanso volví a Torrijos con una gran experiencia sobre mi bicicleta.

3 comentarios:

  1. Yo además te recomiendo subir a la Peña de Cadalso. A pie, claro. Es un ruta muy corta, 20-25min. En la cima hay un pequeño refugio donde hace sus labores un retén de incendios. Afirma que con unos prismáticos puede verse Torrijos :)

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  2. Si es cierto que es imposible subir. ¿Te apuntas y me guías? Desde la peña de Cebreros se divisaban cantidad de pueblos, que no sabía localizar. Apuntado: para la próxima ascensión, unos prismáticos.

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  3. Cebreros?! Quería decir Cenicientos..

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