La visita en esta época es debido a la belleza que se puede divisar con la caída de la hoja de las hayas y robles, combinado con la hoja perenne de los pinos que dan una sensación cromática tan impresionante como la temperatura que nos encontramos al bajar del coche. Para poder llegar al parking necesitamos un permiso especial con un control en el centro de interpretacion situado 8km antes del citado parking con un número muy reducido de plazas.
Partimos desde el susodicho aparcamiento para iniciar una marcha dejando a la dercha el curso del río Lillas hasta cruzar el primer puente que cruza el arroyo de carretas metros antes de desembocar en el río Lillas, giramos a la izquierda y comenzamos a adentrarnos en el bosque paralelos al arroyo de carretas por la senda del mismo nombre, denominada así por el uso de este transporte para sacar el carbón de la zona.
Una vez dentro del bosque nos toparemos una carbonera que nos da la entrada al verdadero hayedo, justo antes de cruzar de nuevo el arroyo. La senda comienza a ascender y viramo a la derecha para comenzar la subida mas empinada del recorrido que dará salida a lo alto de un prado desde donde podemos retomar el aliento y divisar un estupendo paisaje.
Retomamos el paseo ya en ligero descenso con auténticos barrancos de hayas a nuestra izquierda y pasando por variados puentes de pizarra que tanto caracterizan los pueblos de esta zona. Comenzaremos a salir del hayedo para pasar a un pinar en el que encontraremos un tejo de unos 400 años de edad. Finalmente el descenso se hace mas pronunciado, no sin antes pasar por el mirador del Ortigal, que nos dejará una última vista desde la alturas hacia el valle del propio nombre.
Para descargar la ruta en GPS:
Para más información, visitar la pagina web oficial del Parque:
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