lunes, 21 de julio de 2014

Etapa 4. Miércoles 16 de julio. St Lary-Audressein



Cinco toros, cinco. Como dirían en los carteles taurinos. Col de Val Louron-Azet, Col de Peyresourde, Puerto del Portillon, Col de La Mente y Port de Aspet. Todos ellos suman 129km y casi 3.500m d+.
Valle de St Lary
Una jornada clásica del Tour, que de hecho es prácticamente calcada a la que en este año 2014 realizarán una semana más tarde en su 17º etapa.
Puerto de Azet
El ascenso del Col de Azet-Val Louron nada más empezar la etapa resultó ser un simple aperitivo a pesar de sus 11 km al 7% de desnivel medio. Tranquilos acometimos el ascenso conscientes de que hoy era un continuo sube y baja.
Col de Val Louron-Azet
Las revueltas iniciales por los pueblos de la zona baja del valle dan paso a una larga recta a partir del paso por la población de Azet, donde se encuentra la rampa más dura de todo el puerto justo al bordear su iglesia.
Carretera desde Azet
Las vistas de St Lary van alejándose a la vez que tomamos altura dentro de un tranquilo valle con muy poco tráfico y mucho encanto en estas horas matutinas.

En mi cabeza rondaba la historia de este puerto. Fue aquí donde Miguel Induráin llamó a la puerta de los cielos para quedarse con los más grandes. Fue en aquella edición del Tour´91 donde, tras ascender los puertos que nosotros recorrimos en la jornada anterior (Aubisque, Tourmalet y Aspin) se alzó en la gloria junto a Chiapucci, desbancando a corredores como Lemond o Bugno.

Tras una breve parada en lo más alto, iniciamos el descenso donde nos encontraremos con hasta 14 revueltas; es rápido, pero debemos tener especial precaución en su trazado. Para llegar hasta Loudenvielle, dejaremos a nuestra derecha el desvío hacia la estación de Val Louron y continuaremos hasta el bello y tranquilo lago de Louron. Este lo bordearemos para iniciar nuestra segunda cota del día de hoy.
Lago Louron
El Col del Peyresourde, con 8 km al 7,5%, es zigzagueante al principio en su zona baja poblada de localidades y lineal en su parte final.
Subiendo el Peyresourde
No es un puerto complicado y no lo debemos confundir con el ascenso a la estación de sky de Peyragudes, algo más largo y duro.
Bar del Peyresourde
En su collado nos esperaban con unos clásicos crepes a precios muy populares. Una buena dosis de azúcar unido a una buena lata de Coca-Cola fueron suficiente para reponer líquidos y energías.
Col de Peyresourde
Se nos presentaban ahora 14 km de descenso hasta Bagneres de Luchon, "ciudad Tour" donde la haya y puerta de acceso a la frontera española. Algunas curvas de herradura técnicas dan paso después a largas y rápidas rectas donde la bicicleta puede obtener grandes velocidades en el descenso.
Bajada hacia Bagneres de Luchon
En Bagneres, Luis nos mostró la Casa de Miguel, una tienda de bicis tan clásica como mítica. Fue el antecesor al ascenso al puerto fronterizo del Portillon para acceder de nuevo a España por el Valle de Arán.
Casa Miguel, Bagneres de Luchon
Toda una ciudad engalanada debido a su doble paso del Tour en esta edición del 2014, como final y como transición por dos de las tres etapas pirenaicas de esta edición.
Inicio de ascenso al Portillon
El Protillon es un ascenso de 8 km al 7% que se puede atacar con buena cadencia si el calor nos lo permite. Es un valle muy encajonado con mucha sombra que nos va a permitir refugiarnos de este elemento natural.
Curva de herradura en el Portillon
Además encontraremos una bella cascada en una de las curvas de herradura que podrá saciar nuestro calor si fuese necesario.
Collado del Eth Portillon
Arriba, en lo más alto, teníamos el paso fronterizo hacia el Valle de Arán. Pisábamos de nuevo territorio español por una de las zonas más bonitas del pirineo catalán.
Valle de Arán
 En su bajada llegamos hasta Bossots donde comimos junto al río Garona que refrescaba el ambiente de esta calurosa tarde de julio.
Río Garona
Rápido nos pusimos en movimiento, llaneando paralelos al propio cauce aguas abajo hasta el puente de la reina que nos cambiaba de margen del río a la vez que hacía de simbólica frontera, retornando al suelo francés.

Pronto llegamos a St Beat, inicio del Col de la Mente, el cual con sus 9 km al 9% y a las 4 de la tarde se nos hizo durísimo a todos y cada uno de los que formábamos la grupeta. Más si cabe cuando al levantarme de la bici en las primeras duras rampas, uno de mis radios dijo basta. La rueda rozaba la zapata aún abriendo el puente del freno. Fue el puerto más duro del viaje, sin duda alguna.
Ascendiendo el Col de Mente
El sol taladraba el cuello y las sombras escaseaban por momentos. Estábamos ascendiendo por el lado donde el gran Luis Ocaña perdió el Tour contra Eddie Merx por una caída al chocar con un espectador. Historia del Tour.
Col de Mente
Arriba nos esperaba un salvador Imanol con una fresquita Coca-Cola en mano para volver a recuperar los líquidos y azúcares perdidos en este tramo del día.

Mientras esperaba al resto de compañero aprovechamos a cambiar la rueda rota por otra de repuesto. En esta ocasión debía desprenderme del cómo 32 dientes por un 28.
Descenso de Col de Mente
Pero aún quedaba uno más, el quinto toro de la tarde. El Port de Aspet, el trágico y emotivo puerto donde en el Tour´95 falleció el que era en su momento actual campeón olímpico Fabio Casartelli. Un monumento de granito en su memoria así lo recordaba en los primeros metros de ascenso de este, nuestro último puerto de hoy.
Monumento en memoria de Fabio Casartelli
Fueron también 5 km al 9% que ascendimos casi sin darnos cuenta sumidos en un sufrimiento que prácticamente nos inhibía el dolor. Más de pie sobre la bici que sentado el pión de 28 dientes de la rueda de repuesto casi acabó de torturar mis cansadas piernas tras la dura jornada de hoy.
Portet d´Aspet
Ahora solo quedaban 18 km de bajada hasta el hotel en el tranquilo pueblo de Audressein. Pero antes de llegar Rober pinchó y retardamos nuestra llegada. No teníamos prisa, el valle cultivado nos ofrecía unas vistas que nos relajaba la mente.
Camino a Audressein
El coqueto hotel estaba situado a orillas del río que todos utilizamos para refrescarnos antes de subir a nuestras habitaciones y darnos unas merecida ducha.
Hotel Des Rivieres, Audressein
Pero aún quedaba lo mejor, una gran cena en el patio del hotel con pollo de corral que hizo llorar de alegría a más de uno de los asistentes. El paseo por el pueblo en esta ocasión no fue realizado. Habíamos llegado muy tarde y muy cansados.
Merecida cena con vino rosado ;)
Noche en el Hotel Relay des 2 Rivieres, Audressein


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