viernes, 29 de marzo de 2013

Red MTB: El Escorial

Hace unos años, cuando me iniciaba en este precioso mundo de la bicicleta. Alberto, unos de mis mentores en este mundillo, me comentó un novedoso proyecto que circulaba por internet. Era la Red MTB. Una interesante actividad que consistía en realizar una quedada en un punto de encuentro al que deberían llegar diferentes ciclistas desde sus respectivos lugares de origen.
Foto oficial del la Red 2013, con todos los participantes.

Los promotores de esta original idea fueron dos grandes ciclistas, y mejores personas, que con el paso de los años he tenido la oportunidad de conocer en persona. Bikers activos en los caminos y en la red. De esos que te hacen conocer nuevos retos. Gracias JF de la Fuente, de MTB Leganés y Fran Lorente, de RutasporAlcázar.

 V Red MTB "El Escorial". Desde Torrijos, 2013.
La idea me pareció bastante interesante y accedí a realizarlo. Por aquel entonces, año 2009, los kilómetros acumulados sobre mis piernas eran escasos, lo que me paso factura en los últimos kilómetros en aquella llegada a Aranjuez.

Este fue el recorrido realizado en aquella ocasión --------> Red MTB: Aranjuez (2009)

Después de cuatro años, he podido cuadrar las fechas para acompañar este proyecto, de mis ahora amigos, coincidiendo con un nuevo lugar histórico como es el Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
El único problema que tiene para los ciclistas que no viven en la Comunidad de Madrid, es el transporte para volver a casa. En mi primera participación conseguí el favor de que fuesen a recogerme, pero en esta segunda ocasión la machada estaba clara.
Participantes de la V Red MTB, en El Escorial.
Debido a la cantidad de lluvias que está habiendo este mes de marzo y a la imposibilidad de haber podido comprobar el estado de los caminos los días previos, decidimos realizar la red en ida y vuelta, pero sobre nuestra bicicleta de carretera. Así además podríamos utilizarlo como preparación para realizar la famosa prueba de la QuebrantaHuesos, acumulando kilómetros y desnivel en nuestra bicicleta de carretera.

Así pues, publicadas las intenciones en el grupo de watsapp, tan solo Alberto y Javi tuvieron inquietud por acompañarme en este nuevo reto. Aunque Alberto, por motivos familiares, no pudo realizarlo finalmente.

Click aquí para ver las diferentes rutas, crónicas y fotos de otros participantes.

A las 9:30 estaba fijada la hora de salida. Veinte minutos más tarde partimos rumbo a El Escorial.



Durante los 30 primeros kilómetros un continuo sube y baja, rompepiernas nos impide tomar un ritmo constante. Además, el tráfico de la CM-4009 nos obliga a despertarnos de nuestro letargo mañanero. Pasamos por Novés para llegar hasta Sta Cruz del Retamar, donde abandonaremos esta transitada carretera.

La CM-5004 será la que nos conduzca hasta Méntrida. Última localidad limítrofe con la Comunidad de Madrid. Previamente, hemos pasado por La Torre de Esteban Hambrán. Esta carretera es mucho menos transitada y con un arcén algo menor que el anterior. Continuamos con el incómodo sube y baja debido a la cantidad de arroyos que cruzamos perpendicularmente y que van a ceder sus aguas al próximo río Alberche, que transita a nuestra izquierda.

Poco a poco la orografía comenzaba a cambiar, atrás iban quedando los ondulados campos de cultivo y transitábamos por los extensos viñedos que dan la Denominación de Origen a esta localidad.

El paso a la nueva carretera CM-610 nos hace sentir que entramos en "Territorio Comanche". El vetusto asfalto bajo nuestras ruedas y el precioso horizonte que se nos muestra al fondo nos permite comenzar a disfrutar de este viaje.

Salida de Métrida, al fondo la Sierra de Guadarrama.
El nulo tránsito de coches y el cómodo descenso nos hace rodar ahora más cómodos. Rodamos de camino a la vega del Alberche. A la izquierda dejamos la gran urbanización de Calalberche que nos indica que en breve pasaremos a terreno madrileño.
Límite entre comunidades.
Con viento de culo llegamos a Aldea del Fresno, punto más bajo de toda la ruta, donde el río Perales vierte sus aguas al Alberche en una interesante playa fluvial.

Tras cruzar este primer núcleo urbano madrileño nos desviamos a la M-510 para comenzar el primer ascenso de la jornada que consta de unos ocho kilómetros hasta conectar con la M-501. En este tramo coincidimos con los primeros ciclistas por la carretera y cruzamos el peligroso desvío de Chapinería. El viento favorable y las ganas, nos hacen llegar fácil a la nueva carretera.

El tramo de la M-501 coincide con el último kilómetro de autovía, prohibido al transito de ciclistas.
Nos arriesgamos debido al corto y rápido recorrido hasta la rotonda de entrada a Navas del Rey.

Es en esta localidad donde paramos a tomar un tentempié. Una refrescante Coca-Cola y una sabrosa tortilla de patata nos permite recuperar las fuerzas para continuar.

La misa carretera, pero ahora con una única calzada, nos dirige hasta el desvío de la M-512, donde por primera vez nos encontraremos con un cartel indicador de El Escorial y el puerto de la Cruz Verde.

Al inicio del ascenso, a la derecha, observamos las enormes antenas parabólicas de la Estación de Seguimiento de la NASA en España. A continuación, el valle se encajona y seis kilómetros más adelante coronábamos el alto de Almenara, sitiado por una antigua casa de camineros de la Comunidad de Madrid.
E.S. NASA, en Robledo de Chavela.
El descenso, corto y rápido, nos deja en un valle algo más ancho capitalizado por la bonita localidad de Robledo de Chavela.

Es aquí donde se inician los 9 kilómetros del puerto de la Cruz Verde. Territorio motero por excelencia de la Comunidad de Madrid.

Los primeros tres kilómetros son los más duros y los que permiten elevarnos sobre el valle de Valsequillo. Una vez cogida altura, comienzan a faldear para avanzar sin mucha pendiente. Es aquí donde podemos divisar a lo lejos los cuatro rascacielos que forman el skyline de la capital nacional.

Con mucho cuidado, en fila uno detrás de otro, sin apenas arcén y algún que otro motero disfrutando de su terrenos, llegamos a los dos últimos kilómetros donde la pendiente vuelve a endurecerse, aunque no tanto como en el inicio del puerto.

Coronamos el collado, y pasamos por su restaurante característico para observar algunas de las pocas motos que este día se habían reunido debido a la inestabilidad atmosférica.
En el puerto de la Cruz Verde.
El descenso, con tres curvas cerradísimas y gran porcentaje de desnivel, nos obliga a trazar los tramos con cuidado. Pronto vemos el espectacular monasterio al fondo. Pero el desvío a este nos lo pasamos debido a la velocidad y concentración que requería esta parte de la ruta.
El Monasterio al fondo.
Un poco más adelante tomamos la salida a San Lorenzo del Escorial, teniendo que ascender de nuevo hasta el Monasterio por un incómodo adoquinado acordándonos de nuestro compañero Adolfo en su próxima visita por las tierras de Flandes.

Muchos ciclistas llegaban desde diversos lugares, comenzaba a verse el auténtico espíritu de la Red MTB.

Una vez arriba, en la explanada del Monasterio, cientos de bikers rodando hacia un lado y otro. Al fondo un gran número de ellos posando para una foto me hace pensar que son el núcleo de la quedada.
Al acercarme a ellos con aspavientos recibimos una acogedora ovación con abrazos, saludos, y emocionantes palabras nos funden a Javi y a mi con todos los componentes del MTB Leganés. El deporte es sano, tanto física como moralmente.
Foto con los compañeros de Leganés.
Qué grandes personas. Es una de las bonitas facetas de este deporte, conocer gente nueva, sana y con la misma pasión que la tuya... Gracias chicos por el recibimiento. Me llegó a emocionar.

Recuerdos de rutas pasadas y charlas sobre proyectos futuros, invitaciones y un sin fin de conversaciones. Pronto llegó la hora de la foto oficial que daría fin a la quedada. Y junto a ella, llegó la esperada lluvia.

Nos indican que irán a la estación de cercanías a esperar el tren de vuelta a Leganés y de paso comer allí. Nos invitan a ir con ellos y, evidentemente, accedemos. Pero está tan lleno el bar que decidimos hacernos el bocata por nuestra cuenta  y más tarde tomar el café junto a ellos. Mientras hacíamos tiempo para que cesase la lluvia.
Preparando la comida.
Durante el café, infinitas conversaciones con cada uno de los componentes de la expedición. Tenemos las cuatro de la tarde como hora tope para iniciar el regreso. Quince minutos antes de esta hora crítica, aparece un claro de sol.

Tomamos de nuevo las bicis, nos despedimos de nuestros amigos e iniciamos la vuelta por un nuevo recorrido más corto, rápido y con menor desnivel que la ida, evitando en esta ocasión el alto de la Cruz Verde.

Salimos por la M-600 hacia Valdemorillo pero pronto nos desviamos a la derecha en busca de Zarzalejo, población a la que tampoco llegaríamos para tomar un nuevo desvío hacia Fresnedillas de la Oliva por la M-532.

Es en este solitario tramo donde acaba la tregua del sol y comienza de nuevo la lluvia.

- "More, no pares que esto nos hace fuertes", me animaba Javi.
Compañero de fatigas.
Pasamos por unas grandes naves de Central Lechera Asturiana, lo que nos ponía en duda de por qué comunidad realmente transitábamos debido a la lluvia, los verdes prados, la estrecha carretera y la susodicha central.

Es aquí donde se inicia la larga bajada por un rugoso e incómodo asfalto. Esto unido a una, cada vez más intensa lluvia que se nos clavaba en la cara, nos obligaron a rodar por el centro de la carretera con continuas y peligrosas miradas hacia detrás. Tramo muy bonito que no pudimos disfrutar por estas razones.

- "¡Fuertes? ¡Esto los que nos va a hacer es inmunes!", pensaba por mis adentros.

La carretera sale a la M-510 poco antes de llegar a Colmenar de Oreja, donde nos vuelve a salir el sol.

Siguiendo hacia el sur, llegamos a Chapinería y retomamos el mismo camino que en la ida. Javi aprovecha para quitarse el chubasquero y comenzamos una larga bajada de siete kilómetros hasta Aldea del Fresno.
Camino de vuelta a casa.
De aquí a Méntrida ascendemos levemente y paramos en su gasolinera para reponer líquidos. Con 143 km en las piernas, entraríamos en los "kilómetros traicioneros o pajareros" justo en el tramo de molestos sube y baja que afrontaríamos con precaución en este tramo final de la jornada.

El arcoiris asoma por primera vez en toda la jornada como si de un cartel de meta se tratase. Estábamos llegando. En Sta Cruz comenzó a soplar el viento y me puse a la sombra de Javi.

A penas 15km con un par de repechos y una tendencia en bajada nos llevó hasta Torrijos.

Lo habíamos conseguido, una nueva machada, un nuevo reto, una nueva batalla... Una nueva experiencia más a la saca.

Llegando a Torrijos.


3 comentarios:

  1. Como ya hemos comentado, es una nueva aventura, un nuevo reto conseguido. Y como dijo Javi, superar la adversidad te hace cada vez mas fuerte.

    Muchas gracias por mencionarme en este cada vez más visitado blog.
    Un abrazo

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  2. Mi felicitacion por esta machada, un ejemplo para todos los que estubimos por alli, un saludo muy grande a todos

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  3. Es increible poder compartir estas experiencias con buena compañía, las hace muy especiales y eso se nota en tu crónica.
    De las mejores cosas que pasarón ese dia, fué veros a ti y a Javi en el momento en que llegastéis, como no se os iba a recebir de esa manera, faltaría mas.

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