lunes, 25 de febrero de 2013

Brevet 200: Vicálvaro

Estos chicos del MTB Leganés son increíbles. Ellos fueron los primeros en potenciar las Quedadas de Los Castillos de este blog casi sin querer. Gracias a ellos conocimos Los 101 de la Legión de Ronda y ahora nos dan a conocer el mundo de las Brevets. Se denota cierto hermanamiento entre ambos, de hecho ya nos conocen como "Los Torrijos".

La intención de realizar la Quebrantahuesos en el mes de junio, nos obligaba este año a hacer una pequeña preparación aumentando los kilómetros sobre nuestras "flacas", y esta fecha fue marcada como primera prueba para acumular kilómetros sin mucho desnivel.

El objetivo final de las brevets es otro completamente distinto al nuestro, pero en el día de hoy hacían coincidir intereses mutuos.

El tiempo de la semana no presagiaba que el sábado fuese benévolo, y no lo fue. El viernes noche con botellín en mano teníamos nuestras serias dudas; Tomás, Javi, Juanjo y yo teníamos el mismo pensamiento:
"Yo no lo tengo claro, pero si decís que vamos todos, adelante"

Eran comprensible nuestro miedo, nadie había llegado a la cifra de 200km sobre una bici en el mismo día y ademas con la climatología tan adversa.

Pero llegó a nuestra reunión Adolfo. Le planteé nuestras dudas a la vez que le explicaba la ruta y perfil de lo que nos íbamos a encontrar. 200 km, 1200 m d+, viento de cara desde la mitad del recorrido. Su respuesta fue clara y concisa:

- "Yo iría, pero cuidado de no gastaros las "perras" el miercoles de las fiestas". Era una forma de decir que era factible, siempre y cuando rodásemos con cabeza y regulando el esfuerzo.

No nos hizo falta más conversación, ya estábamos perdiendo horas de descanso...

A las 5:30 suena el despertador. Todo preparado para recoger a Javi y vernos en la gasolinera a las 6:00 con Tomás y Juanjo.

Las previsiones meteorológicas para la mañana eran de cielo despejado, temperatura sobre los 4ºC y viento del norte a 22km/h. Pero al salir de la puerta del garaje, un chaparrón cae sobre el coche. Cuando salgo a la puerta de Javi para meter su bici, empieza a nevar. No me lo podía creer.

Tomás y Juanjo llegan alertados por el tiempo y la decisión es clara. Seguimos adelante y si al llegar a Vicálvaro sigue igual, desayunamos una hamburguesa y para casa.

Tras la hora de viaje, llegamos aun sin amanecer, nada de precipitaciones y el cielo aparentemente despejado.

Aparcamos el coche cerca de la Plaza de la Vicalvarada y nos adentramos en el Bar La Escopeta, donde los organizadores del C.C. Pueblo Nuevo inician los trámites de inscripción mientras que tomamos un café calentito.
Pronto llegan los compañeros de MTB Leganés, Jose y Nacho, con los que hablamos antes de salir al coche para prepararnos definitivamente.
En el bar La Escopeta

A las 8:00 en punto se inicia la brevet, nos informan de que se hacen dos grupos; uno más rápido que otro. Decidimos ir en el primero.

OBSERVA LA RUTA PINCHANDO AQUÍ

El frío congela nuestras manos y pies, pero poco a poco se van calentando con la actividad física.

Mientras salimos del polígono industrial y descendemos por la M-203 hasta el puente sobre el Jarama, nos vamos situando dentro de este primer pelotón. Calles anchas que la gente utiliza para colocarse dentro de este gran grupo.

Nos dirigimos hacia el este en busca de Mejorada del Campo, donde tomaremos la M-208 y giraremos hacia el sur con el aire definitivamente de culo.

Esta circunstancia nos hace elevar la velocidad. Los componentes del C.C. Moratalaz, han tomado la cabeza del pelotón y nos llevan en volandas pasando por Velilla de San Antonio, Arganda del Rey y San Martín de la Vega casi sin darnos cuenta por el asfalto de la M-508. Paralelos siempre al cauce del río Jarama.

Nos hemos situado cómodamente en la cola del pelotón mientras dejamos Ciempozuelos y Seseña a nuestra derecha al paso por la M-507.
Rodando en la cola del pelotón (MTB Leganés)
Un cruce nos deja en el tramo que considero más peligroso de toda la ruta; los 10km que rodamos por la M-305 antes de llegar a Aranjuez.

Rodábamos a más de 40km/h casi sin sufrir hasta que llegó el adoquinado del Palacio Real. Es aquí, callejeando por Aranjuez donde eché de menos mi doble suspensión y ruedas gordas.

Rápido salimos de la ciudad para afrontar el primer repecho, pero con aire todavía de culo. Nos dejaría en el límite regional de C-LM justo en el cruce con la A-4, donde nos daría un pequeño descanso en el ascenso a la Mesa de Ocaña por la subida de Ciruelos.

Javi se quedaba para ayudarme, se lo agradecía pero no era necesario, yo conozco mi ritmo y ese era el bueno. Aún quedaba muchos kilómetros hasta la meta.

Una breve llanura para dejar Yepes a nuestra derecha nos dirigió hasta el rápido descenso a Huertas de Valdecarábanos, donde se situaba el primer control. Era el km 89.

Hasta este punto había venido hablando con Jorge, un componente del club organizador, sobre las brevets y otras historias del ciclismo de ultrafondo. Interesante y larga conversación, de esas en las que sientes que has aprendido y te has enriquecido en conocimientos. Era como tener un Adolfo en ruta. Alguien con experiencia que te cuenta interesantes datos y detalles que acumular en tu bagaje ciclista.

En el bar de Huertas nos dimos nuestros datos para seguir en contacto en el futuro. Una coca cola, visita al baño y cuando salgo por la puerta, mis tres "compañeros" estaban saliendo de la plaza con el primera grupeta.
En Huertas de Valdecarábanos.

La salida es por la CM-4051 con una leve subida por un asfalto arrugado dentro de un encajonado valle, hacia el este. En ella un Ford Focus hace de parapeto a unos cuantos ciclistas que cogemos su rebufo hasta sacarnos de nuevo a la llanura de la Mesa de Ocaña. Veo a lo lejos la grupeta y entre ella diviso las equipaciones de mis compañeros, pero siento que estoy forzando la máquina y aun queda más de la mitad del recorrido por lo que decido salirme del grupo del coche para marchar a mi ritmo.

Es cuando me doy cuenta del fuerte viento que sopla por mi izquierda y empiezo a mentalizarme de que será así hasta final de la ruta. Durante el tramo que llega hasta Cabañas de Yepes realizo un ejercicio de automentalización. Solo, con viento durante 110km. A por ello con dos cojones.

En este tipo de rutas de fondo es más importante la preparación mental que la física, y eso que esta segunda ha de ser bastante buena también.

El enfado por la tiranía de mis compañeros comienza a disiparse en mi mente; total, tarde o temprano me hubiese tenido que caer de su ritmo, puesto que los tres están más rodados en estas fechas.

Empiezo a pensar en buscar con la mirada hacia atrás para acoplarme a algún grupo y protegerme del fuerte viento, el giro realizado en esta última localidad me había dejado con el viento de cara por primera vez en toda la jornada.

A lo lejos se acerca una grupeta, me dejo coger. Están entrando a relevos los cuatro componentes y decido participar en ellos. Pero en la quinta o sexta entrada me doy cuenta de que van un punto por encima de mi ritmo y mi cuadriceps derecho me avisa de ello. Por tanto decido dejarme caer a la altura con el cruce de la A-4 a pesar de saber que me volvería a quedar solo.
Pequeñas grupetas (MTB Leganés)
Pero como esto es un auténtico juego de estrategia, había conseguido acercarme a Ocaña, localiad donde de nuevo tendriamos un nuevo giro a derechas hacia el este, entrando el viento de nuevo por mi izquierda.

En Ocaña paro en una gasolinera para preguntar por la N-400 para dirigirme hacia Noblejas y Villarubia de Santiago. Justo cuando estoy en ello, pasa una nueva grupeta a la que tampoco podría acoplarme, pero a la  que usé como referencia visual para no confundirme en las innumerables rotondas de este tramo de la nacional.

Este tramo me resulta algo cómodo. Cruzo Noblejas y me presento en el segundo punto de control a un ritmo suave. Una leve subida a Villarubia me destapa en el horizonte cercano una enorme planta eólica, esto me lleva a pensar que lo del viento en esta zona no es casual...
Molinos de viento en el horizonte. (MTB Leganés)
Al entrar en la localidad me cruzo con Javi, Tomás y Juanjo que salen de ella y se echan las manos a la cabeza al verme solo. Me preguntan si quiero que me esperen pero les digo que sigan su ritmo.

Paro en la gasolinera, pongo el segundo sello, es el km 112. Compro un sandwich de jamón y queso y un bote de Redbull. Sé que no es aconsejable tomar este tipo de bebidas cuando realizas actividad física, pero el cuerpo me lo pide. Me como una de las dos partes del sandwich, estiro las piernas y me pongo a rodar.

Tomamos la CM-322. De nuevo sentido norte, de nuevo de cara el viento. La bajada de ocho kilómetros hasta la vega del Tajo a penas pude disfrutarla.

Rápido se cruza el puente sobre el río para comenzar la subida más larga de la jornada, tan solo 5 km divididos en dos partes bien diferenciadas. Una primera, rectilínea, con buen asfalto y desprotegida del viento que pertenecía a C-LM. Y una segunda, serpenteante, con asfalto rugoso y a merced del viento según las recurvas perteneciente ya a la Comunidad de Madrid.

Y como esto es cuestión de ser fuerte de mente, mi objetivo era disfrutar de las vistas olvidándome por completo de los kilómetros restantes. Es así como me di cuenta de mi salvación mental, el ir poniéndome pequeñas metas dentro de la ruta real. No pensar en lo que me quedaba hasta el final, si no lo que me quedaba hasta el siguiente, pueblo, cruce, rotonda o construcción que me resultase interesante.

Así llegué a Colmenar de Oreja, donde en su entrada en las cunetas aún había restos de nieve, lo que me hacía pensar el frío que hacía y que gracias al ejercicio no sentía en absoluto.

En Colmenar paro a comer el segundo sandwich y cuando estoy acabando pasa una pareja de ciclistas a los que les doy una voz para que me esperen y amablemente reducen la velocidad. Me preguntan si soy de Colmenar, a lo que intuyo que no están realizando la Brevet y nos ponemos a hablar sobre ella.

Me acompañan hasta el desvío de Villaconejos, de donde son ellos dos y me dejan enfilando el descenso hasta Titulcia y Ciempozuelos por la M-404. Ahora hacia el oeste.

De nuevo solo, enfilo el descenso por un encajonado tramo donde el viento sopla con ráfagas muy fuertes que tumban los cañaverales que observo a ambos lados del asfalto.

En el desvío hacia Morata de Tajuña paro a mirar el rutómetro y confirmar mi trayecto a la vez que aprovecho para orinar y tomar algo de comida.
La soledad en el asfalto. (MTB Leganés)
De aquí a Titulcia, un leve giro hacia el sur, me relaja tanto las piernas como los oídos, sería un oasis de viento de a penas cinco kilómetros que se agradecería enormemente.

En Titulcia, el tramo se abre a la vega del Jarama, con el consiguiente viento de nuevo, ahora de derchas. Cruzo el puente sobre el río y al llegar a la rotonda de Ciempuzuelos, vuelvo a detenerme para comer un gel y confirmar en el GPS que iniciamos la ruta de vuelta a Vicálvaro por las mismas carreteras por las que habíamos circulado unas horas atrás. Tomábamos definitivamente rumbo norte hasta el final.

Veo un grupo aproximarse a lo lejos, en esta ocasión me da tiempo a colocarme y rodar para que me cojan y entrar en el grupo. Aquí ya los relevos eran más indefinidos e irregulares, pero como en la anterior ocasión siento que voy forzado. Aún quedaban 55km y no quería llegar penando.

De nuevo, me dejo caer del grupo. Y un componente más de este se queda conmigo detrás pegado como una lapa. No me importaba, yo iba a mi ritmo con o sin él.

Ahí le llevé agarrado hasta San Martín de la Vega, donde se encontraba el tercer y definitivo control. Kilómetro 160.

Una coca cola, un bocadillo de tortilla francesa( que era lo único que les quedaba) y un buen de postre. Descanso de unos 20 minutos en total para afrontar el tramo final.

Tomo la salida de nuevo y sin mirar el GPS salgo por los carteles hacia Madrid. A los 2 km de ruta empiezo a observar que esa carretera no la habíamos trazado a la ida. Además las marcas de ruedas en el arcén sobre la sal habían desaparecido, miro el GPS y me confirma lo que sospechaba. Estaba enfilando la subida a la Marañosa. Media vuelta y de camino de nuevo a San Martín para coger el trazado correcto. Error que tan solo me hizo aumentar unos 5km la ruta original.

Al tomar el recorrido correcto veo a lo lejos una grupeta que se me escapaba de nuevo. Sobre la M-506, y como único compañero el viento llego a la conclusión de que prefiero ir solo trgándome todo el aire de cara a mi ritmo, que ir protegido del viento en una grupeta que me lleve un punto por encima de mis posibilidades. Es cicloturismo, no competición.

De aquí a Ciempozuelos, el único entretenimiento que tenía era el llegar a las rotondas y confirmar con el GPS la ruta correcta.Y entre rotonda y rotonda, miles de pensamientos, canciones absurdas tarareadas y punto indiganción de vez en cuando con la ya clásica pregunta "¿Qué necesidad tengo yo de hacer esto?".

Llegando a Ciempozuelos, en una rotonda tengo dudas de la salida a tomar. Eso me despierta del letargo mental que traía desde San Martín y me activa para solucionar el problema.

Además en esa consulta al GPS me doy cuenta de que acabo de pasar mi límite de kilómetros en un día. Llevaba 177km, 7 más que mi récord.

Todo esto unido al paso por La Poveda, con mucho tráfico, hizo que me desempolvase mi adormecimiento y aumentase mi ritmo y cadencia.

Tomamos el desvío hacia Velilla de San Antonio y Mejorada del Campo,pero este aumento de ritmo me pasa factura a mis agotadas piernas que me obligan a parar en Velilla para estirar, puesto que el vasto interno de mi muslo derecho parecía avisar de algo malo.

Vuelvo a mirar el rutómetro y observo que son apenas 15 los kilómetros restantes. Monto a la bici, subo un par de piñones para no forzar las piernas y abuso del pedaleo con la izquierda para reservar.

El giro en Mejorada hacia el oeste en una rotonda donde el viento amaina y por primera vez veo un cartel de Vicálvaro (indicando 11km), me hace bajar unos piñones y un aumento de moral me invade.

Cruzamos el puente sobre el rio Jarama y se nos presenta una última subida, que se me hace todo un muro.
Pongo todo lo que llevo en la bici y decido subir tranquilo, estaba a punto de "petar". Pero no lo hice.

Un participante llegó a cogerme al final de la subida y junto a él llegamos un pequeño descanso que no introducía definitivamente en el polígono industrial  de Vicálvaro y de aquí a la empinada avenida Villablanca repleta de semáforos que no respeté. Estaba harto de estar montado sobre la bici.

Lo había conseguido 8h45´ después llegaba al bar La Escopeta donde me esperaba Javi para invitarme a un cocacola y contarme su ruta y conversaciones que había tenido durante esta hora de espera con Fran Vacas y más locos como nosotros. Otra forma de conocer gente y hacer amistad.

Nuevo reto conseguido... ¿Cuál será el próximo?
Sellos de la Brevet.

6 comentarios:

  1. "Auténtico juego de estrategia" y tú te los sabes todos, a tu ritmo hasta conseguir lo que te propones. Gracias por compartirlo.
    Un abrazo

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  2. Hola David, todo un lujo haber compartido esos kilometros contigo, al igual que leer tu cronica, me encantaria que todos iciesemos una, la nuestra, y poder leer todas, para ver como de distinto se ve el mismo sufrimiento. Nos vemos el 9 de Marzo en Algete ;)

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  3. Aunque nosotros(MTb Leganés) tampoco terminamos de adoptar plenamente el ideal brevetero ... es importante ir en grupo en este tipo de rutas. Nos la tomamos con más tranquilidad, intentando reagrupar y parando en los controles el tiempo suficiente para recuperar.

    Te has pegado una auténtica paliza pq el viento que hizo fue terrible. Nosotros, a pesar de ir en grupo, sufrimos mucho. Nos vemos en Algete.

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  4. Lo importante es finalizar las rutas pero no a cualquier precio. Veo que según ibas avanzando en la ruta la coherencia se fue asentando y fue la que te permitió finalizar todo el trazado, podía mas la razón que el corazón que se suele decir. Felicidades y gracias por compartir tu experiencia en esta tu primera brevet.

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  5. Amigo David.
    En primer lugar darte la enhorabuena, por haberte "merendado tu primera Brevet".
    En segundo lugar, y siempre desde el máximo respeto, para los cuatro componentes del Club Ciclista Torrijeño..."Chavales si vais juntos, y empezáis juntos...es para terminar juntos". Tomad como ejemplo la Quebrantahuesos 2012, de Pastilla, Caritoux, y Carlos...trabajaron en equipo, y disfrutaron juntos de una aventura única. El ADN, de las Brevets, es el "trabajo en equipo", y el disfrute de la compañía, por eso chavales...para la próxima, como dice Antonio "Gaona"..."Todos juntos al pelotón...no importa quien llegue primero".
    FELICIDADES DAVID.
    Fdo ANGEL CARRILLO - Club Ciclista Torrijeño 2013

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  6. Muchas gracias a todos por escribir y por dedicar un poco de vuestro tiempo en leer mis pequeñas aventuras y desventuras sobre las dos ruedas. GRACIAS. Jorge, Rute, Ángel, Jose, María. Aún soy un globero en esto de la bici... Me quedan muchos kilñometros y experiencias por vivir y sufrir encima de ella. Pero lo mejor de todo es esto mismo que queda reflejado en estos comentarios, conocer a buena gente que comparte una misma pasion...

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