martes, 24 de abril de 2012

Torrijos: Peña de Cenicientos.

El cuatro de abril revisando el correo diario me encontré en la bandeja de entrada un e-mail con el siguiente asunto "¿Quién se atreve?". El envío procedía de la dirección de Alberto RL, otro loco y entusiasta de la bike, al que me atrevería nombrar como mi padrino en esto del mundo del GPS.

Todo indicaba a que su mente inquieta le había llevado hasta un nuevo reto. Con MapSource, Google Earth y Wikiloc entre las manos, tiene mucho peligro; tanto como si de un alquimista de rutas y paisajes se tratase.

Abrí el correo y me encontré una nota escueta "Siempre he querido hacer esta ruta". Junto a ella, un enlace a Wikiloc. No hacía falta más indicaciones... Todo su trabajo quedaba resumido en una simple línea naranja sobre unas fotografías satélite. 100km y 1500 m d+. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Una ruta hasta la Peña de Cenicientos desde Torrijos, homónima a la ya realizada en varias ocasiones del Pico de Noez desde Torrijos, pero con unos pocos km más y una nueva cima por descubrir. Aunque yo ya había subido la Peña, pero desde Cadalso. Conocía la subida, pero el reto de hacerlo desde Torrijos y rodar por tierras más allá de Escalona (hasta ayer zona virgen para mí) me resultó muy interesante.

La respuesta fue tan escueta como el correo recibido "Pon fecha".
Inicio al ascenso de la Peña de Cenicientos.

El domingo 22 a las 8:00 a.m. nos juntamos diez valientes bikers en la Plaza de España con la ilusión de unos críos, pero la templanza y respeto de unos veteranos.

Estaba por decidir la ruta definitiva, puesto que la propuesta de Alberto cruzaba el Alberche por Escalona tanto a la ida como a la vuelta, además de tener bastantes kilómetros por asfalto. Por todos es conocido que tengo cierta fijación a no repetir las mismas zonas dentro de una misma salida, y el paso por el puente de Escalona me descolocaba un poco. Al igual de la cantidad de kms de asfalto desde Cenicientos hasta Escalona en la vuelta.

Le indiqué una ruta con unos pocos kilómetros más a cambio de cruzar el río vadeándolo por la zona del Alamín a la ida y hacer parte de la vuelta entre Cenicientos y Escalona con algo más de camino.

Pero, ni aún es época de vadear ríos a las 9 de la mañana, ni queríamos investigar caminos nuevos con 70km  y una dura ascensión en nuestras piernas. Así que, la opción era realizar el track de Alberto al 100%.

RUTA PARA GPS

Con diez minutos de retraso salimos hacia el camino del depósito de aguas para tomar la Cañada Real hacia Novés. Pistas en buen estado, ancha pero con continuo ascenso desde el inicio hasta el desvío a Novés.

Cruzamos la localidad entre olores a churros domingueros que nos despertó de nuevo el apetito. Tomamos el camino de las cañas que desciende hasta el Castillo de San Silvestre, mostrándonos una espectacular vista de esta fortaleza. Desde ella tomamos sentido Quismondo, siempre hacia el norte, obligándonos a vadear el arroyo Prada para llegar a esta localidad, ubicada en una pequeña loma. Desde lo alto divisamos, al fondo, las primeras estribaciones de la sierra de Gredos, y un poco por delante la Peña de Cadalso y Cenicientos frente a nuetros ojos. Más cerca, el valle del Alberche, ahogado en una densa niebla como si de una mar de nubes se tratase.

Llegando a Quismondo.
Cruzamos la N-V, los campos de cultivo empiezan a dar paso a tímidos encinas. Descendemos con continuas ondulaciones, hasta que poco a poco desaparecen los cultivos y sin darnos cuenta estamos dentro de una precioso y bonito encinar justo antes de llegar a las vastas urbanizaciones que brotan al rededor del río Alberche a su paso por Escalona. Nos encontramos en el punto más bajo de toda la ruta.

Cruzamos el puente de piedra que salva el río por la antigua carretera nacional y subimos hasta la población. Tomamos una pequeña barrita y volvemos a bajar para cruzar vadeando un pequeño arroyo que está a punto de morir en el Alberche. Aquí nos encontramos con unas estructuras de hormigón, viejas y olvidadas, que en un pasado pudieron colocarse para formar parte de un puente que ha quedado a medio hacer.

Desde aquí nos adentramos en tierras nuevas para todos. Una pequeña subida pedregosa para salir del arroyo nos vuelve a calentar el cuerpo, que se había enfriado por la larga bajada hasta el río, unos kilómetros antes. Rápidamente saliendo del camino principal aparece un sendero a la izquierda que si no es por el GPS nunca jamás hubiésemos visto o seguido en condiciones normales.

Precioso sendero de apenas una cuarta de ancho, entre una densa vegetación y bautizado por Alberto como la "Senda de las Arañas" con mucha razón, por que jamás en mi vida había visto tantas telas de araña concentradas y de tal magnitud.  Tan grandes como la palma de una mano, tan visibles gracias al rocío y humedad de la zona. Perfectos entramados que por momentos daba respeto a todos los que por allí circulábamos. Tanto que en un momento la senda se corta y tenemos que remontar apenas 10 metros campo a través con cierta angustia por los mencionados arácnidos. Si bien es cierto, que no vimos ninguno durante el tramo, pero era evidente que por allí merodeaban.
"Senda de las Arañas"

El sendero sale al camino de los Cigarrales del Alberche y éste un poco más adelante se une al camino vecinal asfaltado que une la Urb. Almorojuelo con la N-403.

Las encinas comienzan a desaparecer y antes de salir a la nacional nos desviamos de nuevo hacia el norte por el camino viejo de Escalona a Almorox, dónde volvemos a ver hitos y marcas del Camino de Santiago del Levante. Con un leve asenso empiezan a aparecer los campos de cultivo hasta llegar a Almorox.

Aquí nos desviamos hacia la izquierda de su travesía principal para descender por un precioso sendero hasta el arroyo de Tordillas. Tramo que atraviesa numerosas huertas de los vecinos de Almorox donde la orografía cambia radicalmente, haciéndose presente grandes lanchas de granito que emergen de entre las tierras.

Tras cruzar el arroyo comienza un precioso ascenso, que varía los porcentajes de desnivel a su antojo, zigzagueando entre las enormes moles de granito que poco a poco se hacen mucho más presentes en el paisaje. Marchamos por el camino de los enebrales. El grupo se rompe, cada uno pone su marcheta individual. Son apenas 3 km que nos hacen esforzarnos seriamente por primera vez en toda la jornada, pero que es seriamente recompensado por la belleza del lugar, rodeado de preciosos enebros.
Camino de los Enebrales

En lo alto, poco antes de llegar a la carretera que une Almorox con Cenicientos, empiezan a parecer muretes de piedra que delimitan campos de pastoreo. Este detalle nos confirma que nos estamos aproximando a un paisaje de serranía. Levantando la cabeza hacia atrás, podemos divisar ya a lo lejos la extensa y monótona llanura de donde venimos.

De pronto nos encontramos en la carretera CM/M-544, que une Almorox con Cenicientos justo en el cruce con la M-542 que nos dirigiría a Cadalso de los Vídrios. Estamos exactamente en el límite de comunidades. En el momento que tomamos el asfalto comenzamos a rodar por la Comunidad de Madrid.
Carretera M-544

Unos 5 km por carretera de tercer orden son los que nos separan hasta Cenicientos. Espectaculares vistas, que confirman el cambio de orografía. Una original mole de granito nos llama la atención y paramos brevemente a fotografiarnos con ella, lo que también aprovechamos para comer y beber de cara al cercano ascenso del objetivo de la mañana.
Formas graníticas.

Desde este punto, dirección suroeste podemos encontrar la peculiar Piedra Escrita. Una talla que tiene un halo misterioso que lo rodea por su peculiar ubicación.

Al continuar el camino, pronto llegamos a la localidad, siempre en leve ascenso desde que salimos de Almorox. El inicio del puerto se encuentra en la salida de la urbe por la carretera de Cadalso.

Antes de llegar este punto, nos vamos reagrupando poco a poco y voy avisando a todos de lo que nos vamos a encontrar; un ascenso de unos 4 km que se pueden dividir en tres partes bien diferenciadas, uno primero de ascenso normal parecido a Noez, después un tramo medio con zig-zag donde existen unas pendientes muy fuertes, por último un tramo más liviano que permite relajar las piernas antes de llegar a lo más alto posible con la bike. Donde entonces deberemos dejarlas aparcadas y terminar el ascenso a pie durante unos 100m.

Con el reagrupamiento y el análisis del ascenso estudiado comenzamos a ascender, cada uno con su propio ritmo. La primera parte es algo irregular en las pendiente pero siempre faldea por la zona sur lo que permite, si giramos la cabeza a nuestra izquierda, divisar la localidad de Cenicientos en una bella estampa. Las diferencias comienzan a notarse dentro del grupo.

Vistas de Cenicientos en el ascenso
Pero es justo cuando empieza la segunda parte donde ya te olvidas de las bellezas del horizonte y del resto de tus compañeros. La pendiente te obliga a fijar la mirada en tu rueda delantera y concentrarte en el esfuerzo que estás realizando, dejando el disfrute para la bajada. Un kilómetro que se hace eterno, donde te planteas echar pie  atierra, luchando contra el equilibro puesto que tu velocidad es casi inexistente, pero era un reto.

Había estado hace dos años subiendo esta Peña desde Cadalso y tuve que poner dos veces el pie a tierra y no quería volverlo a repetir, consideraba que mi estado de forma había mejorado; y que a pesar de llevar 45 km en las piernas en el inicio del ascenso no debía penalizar.
Pinar en el ascenso

Así que sumido en estos pensamientos llegué a la última zona, que ya sabía mucho mas liviana, incluso con algún porcentaje negativo justo antes de llegar al final de la pista.

Desde aquí debíamos coger un sendero a la derecha mucho mas técnico que pronto nos obligo a dejar las bicis a un lado y terminar el asenso a pie. Esto era debido a la cantidad de bolas graníticas sobre puestas que eran difícil de escalar a causa de las calas de los pedales.

Con mucho cuidado llegamos a lo más alto. Donde una caseta forestal y un vértice geodésico marcan la altura de 1252 msnm. Las vistas hacia los cuatro puntos cardinales nos recompensaron todo el esfuerzo realizado. Como si de una anestesia para nuestro cansancio se tratase.

Vistas desde lo alto de la Peña, hacia el norte.
Hacia el sur, a pie de la peña, la localidad que le da nombre; más lejos, las curiosas formaciones de Paredes de Escalona; y levantando la mirada hacia el horizonte se podía divisar las llanuras e incluso los Montes de Toledo recortando el cielo. Al norte el Cerro de Guisando, donde se inicia la sierra de Gredos. Y al oeste, la sierra de San Vicente que encajona al preciosos y mágico valle del Tietar. Toda una alegoría para nuestros ojos.

Teníamos las fuerzas de nuevo recargadas. El descanso psicológico que nos proporcionó estas vistas superaban al cansancio físico real de nuestras piernas. Tomamos de nuevo algo de comida. Nos volvimos a abrochar nuestras prendas de abrigo, de las que nos habíamos deshecho en la subida desde Almorox y comenzamos una vertiginosa bajada hasta Cenicientos.
Descenso por camino sucio.

Con más insensatez que sentido común, me lancé para sacar partido a la larga suspensión de mi bicicleta. Tonto de mí cuando llegué abajo. No había disfrutado de las vistas que durante la subida el sufurmiento me había impedido observarlas y en la bajada la concentración me privó por mi seguridad.

En Cenicientos rellenamos nuestros bidones en la bodega de una amable señora que nos dejó pasar para reponer los líquidos cuando llegamos simplemente para preguntar por una fuente.

La vuelta hasta Escalona era por la carretera de tercer orden M/CM-543 pasando previamente por Paredes de Escalona. La amable mujer nos advirtió del peligro que conlleva esta estrecha pero atractiva carretera.

Carretera CM-543
Con precaución, pero sin demora, nos dejamos llevar hasta Escalona. Es curioso como se notó el cambio de temperatura tras pasar el escalón geográfico de Paredes de Escalona cambiando a su vez la orografía de vuelta a las tierras arcillosas y de cultivos extensivos. Era como si en cuestión de minutos hubiésemos pasado de un lugar a otro completamente diferente sin ningún tipo de cambio gradual.
Paso de Paredes de Escalona.

En 15 km habíamos finiquitado el tramo de asfalto más largo del recorrido.

El paso por Escalona lo utilicé para tomar de nuevo mi última barrita y acabar con mi reserva de un litro de Acuarius. Ya volvíamos a rodar por tierras conocidas y me sabía de memorieta lo que nos quedaba.

Un continuo ascenso por el camino de Maqueda, desandando los pasos del Camino de Santiago de Levante, donde además nos encontramos con dos peregrinos franceses que nos inmortalizaron en una foto para su recuerdo. La subida es continua y con poco desnivel, pero resulta pesada para nuestras cansadas piernas. Culmina en las Casas de la Charpona, donde debemos vadear el profundo arroyo Prada, mojándonos nuestros pies, y continuar ascendiendo por el mismo camino que a partir de este vadeo no se encuentra tan cuidado. El campo, por momento, se come el camino haciéndolo más bonito e interesante.

Camino hacia Maqueda
En este tramo, si levantamos la mirada ante el precioso estado de los campos de cultivo en estas fechas, podremos disfrutar y sacar fuerzas para continuar nuestra andadura. Si levantamos aún más la mirada, hasta el horizonte en nuestra espalda, podremos divisar la Sierra de Gredos con sus picos nevados. Esto nos hará disfrutar y rellenar las pilas anímicas para afrontar el último tramo del viaje.

Descendemos hasta Maqueda, estamos transitando la Ruta de los Castillos. Cruzamos la N-V por el cruce con la N-403, la cual tomamos durante apenas 2km para salir a la colada de Maqueda, siendo fieles al Camino de Santiago o Gr-213 (sus marcas rojas/blancas así nos lo confirman).

Pequeños olivares asoman entre las tierras de labor que rodamos en leve ascenso. El aire nos da de culo lo que nos alivia este último tramo con ya 90km en las piernas.

De frente aparece Caudilla con su derruido castillo y tu abandonada iglesia, pero que en lo alto de la loma y rodeado del verde mar que forma las altas espigas de la zona, dan una imagen que parece trasladarte a la Toscana Italiana.  Alberto lo asemeja con la película de Gradiator en las tierras de Emerita Augusta.
Llegando a Caudilla

Con ánimo llegamos a esta pedanía, desde la cual sabemos que todo lo que resta, apenas 4 km, son en contínua bajada.

Abandonamos al colada de Maqueda en su cruce con la Cañada a la altura del depósito de aguas de Torrijos, y seguimos descendiendo hasta llegar a las puertas de la localidad.

Alberto llama a su mujer, lo espera en La Bombonera de Torrijos. "Te invito a una cerveza" me dice.  La respuesta lleva matices "A una cerveza no, a una jarra de cerveza de medio litro, congelada y con limón". Alberto asiente con la cabeza.

Mientras nuestras cabezas pensaban en el trofeo que nos habíamos ganado llegamo a la terraza del bar del parque. Allí le esperaba su mujer con sus dos machotes. Mientras los dos locos disfrutaban del parque, su padre y su compañero de fatigas disfrutaban de su particular trofeo. Eran las 14:35h.

Nuestros trofeos.
4 horas de ida y 2 de vuelta. 99km y 1550 m d+. Buena mañana, gran companía y expectacular ruta. Completamente desconectado de los problemas cotidianos de la vida diaria. 6 horas de terapia psicológica,  entreno físico, de relaciones sociales y contacto con la naturaleza... ¿Que más se puede pedir?

This is life!!!

Fotos en Panoramio:
https://plus.google.com/photos/111352029068399918200/albums/5734322970722827009?authkey=CLjQyLuL2uS-zAE

https://picasaweb.google.com/113598244193920482481/Cenicientos2012?authkey=Gv1sRgCN7LyNCL-eyrJQ

3 comentarios:

  1. Álvaro Ballesteros25 de abril de 2012, 1:07

    Me ha encantado la crónica David... conozco aquellos lares relativamente bien gracias a la bici, aunque nunca me he atrevido con la Peña (y creo que aún me queda para atreverme). Cierto y curioso lo que comentas del bajón térmico a partir de Paredes, lo vengo notando todas las primaveras cuando ruedo con la flaca por esa carretera rumbo a Sotillo de la Adrada... un saludo compañero!!!!

    ResponderEliminar
  2. Como siempre David una fantástica crónica. Una gran experiencia que personalmente me llenó de orgullo y satisfacción (uy, me acabo de parecer al rey)

    ResponderEliminar
  3. Gracias a los dos por leerlas y gastar vuestro tiempo en entreteneros con ellas...

    ResponderEliminar