Pues eso. Después de una noche movidita, tocaba descansar. A las 11 bajamos a limpiar y engrasar las bicis a la gasolinera que nos encontramos de paso el día anterior, muy cerca del Parque de los Jesuitas.
Tras la puesta a punto de las monturas, decidimos hacer un descanso activo. Paseo por la ciudad con la bicicleta. Unos 8 kilómetros a una media de 10 km/h. En ese recorrido nos dio tiempo a visitar varias iglesias como la de Sto. Tomás de Canturiense, San Julián, San Martín, Santiago, San Marcos... Edificios ilustres como la Casa de las Conchas, las Catedrales nueva y vieja, la Universidad. Los Palacios de Garci-Grande, Monterrey y Anaya. El puente romano sobre el Tormes... Las comerciales calles Toro y Zamora. Auténtico cicloturismo. Incluso nos dio tiempo para relajarnos durante un rato a orillas del Tormes.
Ciloturismo por Salamanca. |
Jesús nos había conseguido cita a Javi y a mí para darnos un masaje mediante un colega a media tarde.
- "Buenas tardes"
- "Buenas tardes"
- "Tengo las piernas cargadas, pero mañana tengo que hacer 140km"
- "No te preocupes, yo te las descargo, pero cuando no puedas más me dices que pare"
- "Tú mete los dedos"
- "¿Estas seguro? Ok"
Lo que ocurrió en la clínica durante las dos horas que estuvimos, en la clínica queda.
Al salir, Jesús nos propone ir a unas piscinas naturales, pero quedan lejos en coche y Javi había quedado con Hugo que venía a pasar unos días a Salamanca.
Dejamos las piscinas para una próxima visita y vamos a tomar unas pintas de trigo. Llamamos al resto de la expedición. Hicimos una gran grupeta, mano a mano con las pintas. Los cinco "magníficos", Jesús con su colega y Hugo. "¿Y que tal?" Pues genial "me cago en diez".
Para cenar, platos de pasta a rebosar con mezclas explosivas. Pizzas de Nutella, de plátano... Camareras extrañas. Una gran noche. Nos vemos en Toledo. Hay que descansar que mañana llega el gran grupo.
Gran cena. |
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