domingo, 15 de abril de 2012

Gálvez 2012 "Paso de Valdihuelo"

Hace un mes aproximadamente se nos propuso realizar esta ruta cicloturista, la cual ya fue realizada el año anterior por otros bikers torrijeños. De ella dieron buena cuenta, y por ello este año nos hemos animado un gran número de compañeros que nos gusta este deporte a realizar esta variada ruta.

Hasta unas 17 personas hemos dado un color rojiblanco dentro de la serpiente multicolor que ha rodado esta mañana por las tierras del municipio de G
álvez. Tantos, que nos hemos llevado un buen lomo y un par de botellas de vino, como segundo grupo más numeroso en la quedada.


Si alguien está interesado en participar en su degustación... El próximo 6 de mayo, a la conclusión de la Ruta de los Castillos, podrá acompañarnos en tal empresa...

RUTA PARA GPS

El día amanecía soleado pero con muchas nubes, una buena noticia después de las contínuas lluvias de días anteriores. Aunque esto nos hacía desconfiar del es
tado de los caminos. Hemos terminado embarrados hasta las cejas... Pero esto es MTB, y una bike queda más bonita si está decorada con este elemento natural...


Tras el breve paseo por las calles de la localidad, la organización nos dirige hacia el oeste por la Senda del rincón de Gálvez por un ancho camino y siempre en descenso, entre campos de cultivo y olivares que nos dejará en el camino de la Dehesa de Ripes (que hace límite con el amplio término municipal de Menasalbas).


Aquí la orografía cambia, pasando de terenos, a veces arcillosos, a un piso algo más arenoso con pequeñas lanchas de granito superficiales. Paseamos por la Dehesilla de Ripas junto a las casas, y paralelos al arroyo que da nombre a toda esta bonita vaguada.

Al otro lado del arroyo, nos encontraremos con la conocida Cañada Real Segoviana dónde muy próximas se hallan dos tumbas antropomorfas prehistóricas datadas en la Edad del Hierro. A pesar de su cercanía, por alli no rodaremos, ya que bruscamente a nuestro encuentro cruza perpendicularmente la Canalización de aguas del Torcón a Toledo, que acompaña al camino que debemos tomar.


Este encauzamiento, a modo de tuberías de hormigón, nos hará remontar la vaguada y seguirla durante un buen tramo a la derecha de nuestro camino por una zona llana donde vuelven a aparecer tierras arcillosas, a la vez que volvemos a entrar en el término municipal Galveño.

Vuelven a aparecer las tierras de cultivo, pero esta vez goteo de encinas y retamas que dan una visión difernte al paisaje. Estamos acompañando las aguas que circulan hacia Toledo por una zona eminentemente llana durante algunos kilómetros.


Cruzaremos el camino que une Gálvez con La Puebla de Montalbán y dejaremos a nuestra izquierda el Castilllo de Gálvez. Sin darnos cuenta, la canalización que nos ha acompañado los últimos kms desaparecen y alzando la vista nos encontramos con la primera rampa que nos hará calentar nuestras piernas.

Tras despedirnos de las tuberías de hormigón, tomamos rumbo norte, de nuevo en descenso por una zona de numerosos arroyos que confluyen para dar nacimiento al arroyo del Cubillo.

Una vez vadeado esta confluencia de aguas, ascendemos levemente entre olivares, tierras de cultivo y pequeños encinares con grandes retamares. En este camino viraremos de nuevo hacia el sur, en una bajada rápida y divertida que delimita los términos municipales de Gálvez y La Puebla de Montalbán; que nos dejará en el avituallamiento de la ruta.

Buen avituallamiento que constaba de dulces con chocolate, fruta y refrescos. Hasta aquí la velocidad era controlada por los organizadores. El parón sirve para descansar, pero no mucho, porque el sol se ha escondido entre una de las enormes nubes que amenazan la mañana y el frío comienza a incadir el cuerpo.



Se reanuda la marcha, ahora ya con libertad, los bikers fuertes toman los primeros puestos. Y siento la necesidad de unirme a ellos, pero quiero disfrutar y aun no estoy en forma para seguir ese ritmo tan elevado.

David y Eusebio toman la delantera y me uno a Alfonso. Detrás quedan el resto de los compañeros.

Pasamos por las Casas de la Carrascosa. Hasta ella el camino se eleva lo suficiente para romper el pelotón. Desde aquí, saliendo a su izquierda, comienza una divertidísima bajada por la Vereda Gitana, entre densos encinares, por la zona de Valdihuelo, que da nombre a la ruta; en busca del arroyo de Las Cuevas.

David y Eusebio han cogido distancia. En la bajada saco partido al largo recorrido de la suspensión de la Stumpy, dejo detrás a Alfonso y algún biker más.

Llegamos al Paso de Valdihuelo que nos permite vadear el arroyo de las Cuevas, que acompaña a la Cañada, sin mojarnos.

Y aquí comienza el primer ascenso serio. La ruta dibuja una U invertida que permite divisar la posición de todos los participantes. Pero pronto debo dejar de observar esta imagen porque aparece la primera rampa seria de la mañana.

Rodamos cogiendo altura por el pie de un gran cerro que queda a nuestra izquierda, cruzamos un campo de cultivo a través y de repente un coche de control nos indica que debemos girar a la izquerda y abandonar el pie del cerro para ascenderlo sin ningún tipo de piedad. Plato chico y a confiar en la tracción de nuestras ruedas junto a la potencia/resistencia de nuestras piernas.

Una primera rampa sin penalizar hace que me venga arriba, pero una segunda me obliga a poner pie a tierra y ascender apenas 20 m arrastrando la bike. De nuevo sobre la bici, continuamos el ascenso al El Cerrón por un precioso sendero dentro de un bonito retamar.

Una zona muy técnica que da un aire especial a la ruta. Estamos rodando por la cercanías de la Ermita de Sta María de Melque. Volvemos a realizar un campo a través y salimos de nuevo a un camino en ascenso que nos conduce hasta el camino asfaltado que da acceso rodado a la preciosa ermita, junto a la Casa Bonita.

Desde aquí nos reagrupamos David, Eusebio, Alfonos y yo para rodar por otro precioso tramo, la vereda de la Gitana. Muy ondulado, con contínuas, pero cortas, subidas y bajadas. Cruzando hasta tres arroyos. El cuarto de estos es el más profundo y más importante (el arroyo Cuevas) que nos engaña llevando una profundidad de medio metro que nos obliga mojarnos las piernas. Lo pasamos sin dificultad. Y continuamos por la divertida y preciosa, pero traicionera, Vereda Gitana.


Es un auténtico rompepiernas donde el ritmo es muy irregular. Es imposible coger una cadencia continua y me doy cuenta que que no voy a gusto. Me empiezo a quedar y Alfonso se queda conmigo. En las continuas ondulaciones me despego de él y veo que va más fuerte. Prefiero coger mi ritmo, e ir solo, a ir un punto por encima sin saber lo que me queda de ruta. Le digo que se marche y me quedo con un biker de la organización que va tocado de un gemelo debido a lo pesado del terreno tras las lluvias caídas.

Empiezo a pensar que me he confundido al apretar en la salida del avituallamiento y decido poner mi ritmo y dejar ese carácter deportivo para pasar a modo "hobby".

Rodaba por una zona muy bonita de la que quería disfrutar, paralelo a mi izquierda del arroyo del Cubillo. Mantengo una conversación con mi compañero momentáneo y llegamos al Camino de La Puebla de Montalbán.

Esta es una pista ancha y bien adecentada en contínuo ascenso. Mucho más feo de lo que acabábamos de rodar. Oigo por detrás las voces inequívocas de Tomás. Me dejo caer, aflojo el ritmo y espero al cuarteto torrijeño formado por Tomás, Javi, Juanjo y Roberto. Vienen fuerte. Tomás se queda conmigo para hacer este tramo, que tal vez sea el más feo de la ruta.

La pista cruza de nuevo con el camino que acompaña la canalización de aguas del Torcón a Toledo, la cual volvemos a coger. Nos vuelve a acompañar las tuberías a nuestra derecha y volvemos a ascender la que fue la primera subida seria de la mañana. dejamos a la izquierda el desvío que realizamos en la primera ocasión y poco más adelante abandonamos este camino desviándonos a la derecha, justo después de cruzar el nacimeinto del arroyo Tobar.

Tomamos sentido sur en busca del cerro de los Diezmos, más comunmente conocido como "alto de Tello", que queda a la derecha de nuestra vista. Justo antes de llegar a la carretera de Toledo volvemos a girar y ascendemos por un olivar hasta lo alto de la cota más alta de la ruta. Preciosas vistas desde este alto donde nos ofrecen agua, a pesar de los pocos kilómetros que restan para llegar a nuestro destino.


El descenso el rápido y corto.

A Gálvez nos aproximamos por el camino de las Morras, dentro de un extenso olivar y un ondulado terreno mucho más suave que nos permite comenzar a relajar las piernas para la llegada.

Está se realizará por un ancho y adecentado camino que nos permite entrar en las calles asfaltadas de la localidad.

Bonita, y variada ruta. Con mucho barro, pero con buen día y temperatura.

Al finalizar, bolsa con cámara, camiseta y bote de refresco. A parte de la deliciosa caldereta, grifo de cerveza y diversos regalos sorteados... Nos tocarón cascos, cubiertas, bolsas de sillín... Y nuestro lomo de 3kg con nustras dos botellas de vino tinto DO de la mancha que desgustaremos el próximo 6 de Mayo. No lo olvidéis.

3 comentarios:

  1. Que bien lo hemos pasado jejeje, un saludo a Todos...

    ResponderEliminar
  2. ¿Fuiste con los de Sevilla a biciclear por el Algarve? Ya me contarás. Qué me puedes contar de Alvaro. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Jose!!! Qué alegría saber de tí!!! Al final no fui porque mira que Semana Santa se ha presentado... Por eso no te dije nada. Pero queda pendiente para verano, ya te avisaré con tiempo por si te animas ok? De Álvaro todo bien, con normalidad.
    Un saludo pa´l sur!!!

    ResponderEliminar